Probablemente la persona en la que más debería enfocarse el gobierno de México ante la próxima visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a la Casa Blanca es el secretario de Energía, Dan Brouillette. Es a través de él que Donald Trump está desplegando su nueva visión del sector energético. Y al centro de esta visión, créase o no, está el carbón. Carbón limpio, como se le llama ahora, así como el petróleo y la energía nuclear.
¿Qué quiere Donald Trump de la visita de López Obrador la próxima semana? Que México se sume al bloque energético que ha imaginado. Nada más, ni nada menos.
El secretario Brouillete ya reveló esta clara intención en un artículo que publicó anteayer en The Dallas Morning News con motivo del arranque del T-MEC. Ahí aseveró: “La industria energética constituye el torrente sanguíneo de nuestra economía y nuestra seguridad nacional […] Si bien el T-MEC ha sido celebrado por sus mejoras sobre el TLCAN en los sectores manufacturero y agrícola, este nuevo acuerdo reconoce que el comercio de energía es parte importante y creciente de nuestra relación con México y Canadá (…) El nuevo marco regulatorio contiene varios componentes que fortalecerán nuestro comercio energético. Permite exportaciones libres de arancel en el continente, apoya la reforma energética de México, que ha reforzado los lazos comerciales con Estados Unidos, y facilita el transporte de productos energéticos entre nuestras fronteras”. Esa es la verdad: EU quiere a México integrado energéticamente en su bloque.
¿Qué tiene México que ofrecer a nuestro vecino en materia energética? Mucho, bajo reglas abiertas; pero poco, bajo la visión del actual gobierno. La idea de AMLO de reforzar a Pemex y a la CFE eliminando la reforma energética y debilitando al naciente mercado energético choca frontalmente contra lo que el Presidente estadounidense demandará la próxima semana.
No hay que desestimar a Trump. Es capaz de anunciar que México se compromete a comprar energía y a aceptar inversiones en el sector. Podría alabar la gran reforma energética de Enrique Peña Nieto, aplaudirla y avisar que México recibirá miles de millones de dólares de inversión en tanto ésta se vaya profundizando. Pero eso chocaría con las ideas de AMLO. ¿Qué respuesta tendrá nuestro Presidente?; ¿la defensa de nuestra soberanía? Cuidado.
EXITUS
Exitus Capital, la financiera de Carlos Rahmane, adquirió a la estadounidense CV Credit., de Miami. Destinará 1,500 millones de pesos para proveer soluciones de financiamiento a Pymes exportadoras mexicanas en el marco del T-MEC.
CONCANACO
José Manuel López Campos, de Concanaco, expresó ayer nuevamente serias dudas respecto de los 2 millones de empleos que el presidente AMLO asegura que creará. “Las grandes obras públicas del gobierno son empleos temporales”, apuntó.