La estampida de unicornios tecnológicos

El término “unicornio” en finanzas fue acuñado por la inversionista en Venture Capital Aileen Lee en 2013. El concepto hace alusión a las empresas de capital privado que tienen un valor superior a 1 mil millones de dólares. La referencia a esta criatura mitológica nace debido a la escasez o rareza de compañías que cumplen con estas características. En la actualidad, según datos recopilados por la agencia CBInsights, existen 355 “unicornios”, muchos más que las 39 que existían cuando Aileen Lee creó el término. Este año se tiene programado que aproximadamente 10 de estas empresas hagan su debut en la bolsa de valores. Algunas como Uber y Lyft ya realizaron su Oferta Pública Inicial (OPI) en los últimos meses, mostrando un comportamiento similar en su precio, donde obtuvieron valuaciones altas, pero terminan desplomándose una vez inician operaciones. A continuación, se tratará de explicar algunas razones que provocan este fenómeno y las consecuencias que podrían causar en el mercado.
La empresa que puso en boca de todos este fenómeno fue Uber, la compañía creada en 2009 por Garrett Camp y Travis Kalanick que revolucionó la transportación a nivel mundial. La compañía fue evaluada por los bancos de inversión en otoño del año pasado por un valor mayor a 120 mil millones de dólares, lo que arrojaba un precio por acción alrededor de los $90 dólares. Finalmente, en mayo de este año la empresa decidió salir a bolsa por $45 dólares por acción, argumentando la situación económica y las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos. Otro motivo importante fue el antecedente de Lyft, competencia principal de Uber, que perdió durante su primer día más del 14% de su valor original y actualmente ha perdido más del 30%. Finalmente, Uber vendió las acciones a los inversionistas en $45 dólares, al mercado llegó en $42 dólares y terminó su primer día con pérdidas mayores al 6%.
Un argumento sólido para explicar este comportamiento es el cuestionable modelo de negocios que plantea Uber en su registro de colocación. En el documento publicado por la SEC el 26 de abril del 2019, entre otras cosas, explica factores y cifras claves para comprender su modelo de negocio. La primera cifra que causó preocupación fue la utilidad neta, ya que, a pesar de tener ingresos por 11 mil millones de dólares en 2018, obtuvo una pérdida neta por 1.8 mil millones de dólares. Otro problema son las notas descritas en el reporte, donde explica que, debido a la alta competencia del mercado, tendrá que realizar promociones para poder competir por precio, lo que se traduce en menores márgenes de ganancia. La empresa argumenta que no logrará mejorar su margen operativo hasta que exista la tecnología necesaria para reducir el número de conductores (piloto automático), opción poco factible en el corto plazo. Además, se menciona que debe invertir una mayor cantidad de dinero en sus tres ramas principales (movilidad personal, entrega de comida y “Uber Freight”) para poder conservar su posición en el mercado. Esto significa que necesitará invertir más dinero en líneas de negocio que no generan ingresos y no podrá generarlos hasta que se desarrolle tecnología muy sofisticada.
Lo anterior, nos hace reflexionar sobre la forma en que son valuadas las empresas tecnológicas, ya que en el sector tecnológico es común encontrar empresas con flujos de efectivo negativos, pero valuaciones muy altas. Históricamente, las empresas son valuadas por su capacidad para generar utilidades a sus accionistas en el futuro. En resumen, podemos comparar este tipo de empresas con una máquina que come dinero, ya que requieren grandes inversiones de capital que se han convertido en pérdidas millonarias anuales. Sin embargo, grandes fondos de inversión han invertido en estas empresas, inclusive Uber ha tenido las siguientes rondas de inversión: Ronda semilla, ronda de inversión ángel, serie A, B, C, D, E, F y G. Se estima que Uber ha recibido alrededor de 25 mil millones de dólares de 95 inversionistas diferentes.
Los inversionistas que invierten en compañías tecnológicas se han caracterizado por invertir en estas empresas buscando obtener ganancia cuando llegue su OPI, en lugar de buscar generar ganancias a partir de las utilidades de la empresa. El problema que ocurre actualmente son los montos estratosféricos invertidos en estas compañías poco rentables. El caso más reciente es el fondo de inversión del banco japonés SoftBank (SoftBank Vision Fund), que el año pasado invirtió 1.25 mil millones de dólares en Uber. Este fondo cuenta con un monto de inversión cercano a los 100 mil millones de dólares, lo que le ha permitido invertir grandes montos en empresas con modelos de negocio poco rentables, como WeWork. Al ofrecer tanto dinero a la compañía, la valuación obtenida es muy alta, generando expectativas difíciles de cumplir. Este fenómeno atrae a los inversionistas especulativos, llevándonos a entender el motivo por el cual las acciones de estas empresas sufren niveles de volatilidad altos.
Finalmente, será interesante analizar las consecuencias que traerá al mercado los diez OPI’s de empresas similares programados para este año. Ya que se pronostica sean por montos muy elevados, lo que provocaría volatilidad al mercado. Además, sus cuestionables modelos de negocios, que generan poco efectivo y requieren grandes inversiones de capital, pueden romper la burbuja especulativa en cualquier momento.
Elaborado por Luis Javier Gómez Mendoza

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