“La ignorancia es el peor enemigo de un pueblo que quiere ser libre”- Jonathan Hennessey
La educación del país se encuentra en estado crítico, es un hecho, vivimos en un país donde el 59% de los alumnos no cuentan con los conocimientos básicos de matemáticas. (OCDE) En México, 2 de cada 10 estudiantes cuentan con estudios universitarios, lo que nos coloca en el último lugar de los 37 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE). La situación es tan grave que solo el 21% de los mexicanos entre 24 y
25 años poseen un título universitario, cifra que disminuye al 12% si se trata de la población que se encuentra entre los 55 y 64 años.
Sobra hablar mucho sobre la última evaluación PISA (OCDE) y los resultados que obtuvimos en el año 2018 en el que se mide el desarrollo y las habilidades fundamentales como el pensamiento lógico, comprensión de lectura y pensamiento científico; dónde nos
encontramos por debajo del promedio en cada una de las 3 ramas de los 37 países evaluados. Además, solo el 1% de los estudiantes mexicanos obtuvo un desempeño sobresaliente en los niveles de competencia, encontrándonos por debajo de Chile, Uruguay y Costa Rica. Independientemente del aumentó en los niños que participaron en la evaluación, tuvimos el mismo problema: el desempeño promedio del país no fue distinto al desempaño observado tres años (2015) antes en la misma evaluación, es decir, un nulo avance.
Tan solo 10 meses en el poder y la administración de AMLO prometió transformar la educación del país, lo que realmente nos llevó a adoptar una nueva reforma educativa, una ley que “promete” una educación inclusiva, con equidad de oportunidades y excelencia. Para continuar escribiendo, quiero hacer énfasis en las siguientes dos preguntas; ¿realmente se está cumpliendo la nueva reforma?, ¿el gobierno está proporcionando y destinando los recursos necesarios para mejorar la situación?
De acuerdo un documento de la Organización Mexicanos Primero, pudimos darnos cuenta de datos simples y reales; para el 2020 la sección educativa dentro del presupuesto tuvo un ligero aumento (0.5%), el gobierno cuenta con 326,282 millones de pesos para gastar. Los programas de “Escuelas de Tiempo Completo”, “Primera Infancia”, y “Desarrollo Profesional Docente” tuvieron una reducción en sus ingresos con respecto al presupuesto del año pasado, es decir, recortes del 51.7%, 5.7% y 62.3% respectivamente. Cómo si no fuera suficiente con lo anterior tendremos únicamente el 16% de los recursos que teníamos hace dos años los cuales eran destinados a la formación de maestros. El gobierno mexicano enfrenta un reto: preparar a los mexicanos para el mercado laboral, el cual, exige profesionistas con habilidades desarrolladas para aprender por su propia cuenta y pensamientos críticos para la toma de decisiones que puedan competir a nivel internacional.
Actualmente -y probablemente también en el futuro- habrá un aumento de la demanda de trabajadores cualificados, habrá que adaptarnos a nuevas competencias técnicas, a la inteligencia artificial la cual comienza a jugar un papel indispensable en las empresas. En este contexto, habilitar a los niños y jóvenes mexicanos en el desarrollo de estas competencias es fundamental para el éxito de las nuevas generaciones laborales competentes en un mundo globalizado.