En la actualidad, las plataformas de “streaming” forman parte importante de la vida de los consumidores, inclusive las grandes empresas están comenzando a explorar este mercado por ejemplo Apple o Disney. Por lo tanto, es importante analizar la viabilidad a largo plazo de esta línea de negocio y los problemas principales que afrontan las empresas competidoras. La empresa que popularizó este modelo innovador basado en suscripciones mensuales fue Netflix. Esta organización comenzó rentando películas en formato físico en 1997; sin embargo, en 2007 introdujo a sus consumidores la opción de reproducir contenido a través de internet. Este acontecimiento provocó que la empresa se expandiera a nivel internacional en 2010 y aumentará su número de suscriptores de 7.5 millones en 2007 a 158 millones en 2019. Netflix en 2017 logró igualar el número de suscriptores en su plataforma con el total de personas con televisión por cable en Estados Unidos.
En un inicio Netflix creó un catálogo de contenido a partir de producciones de terceros, la empresa ofrecía un pago anual para contar con los derechos de éstas. Lo anterior, provoca que la empresa tenga que destinar anualmente cantidades importantes de efectivo para el pago de este concepto, además las creadoras de contenido pueden fijar las cuotas de manera arbitraria o decidir no renovar los contratos unilateralmente. Un ejemplo muy claro son los derechos por la serie Friends de WarnerMedia (empresa propiedad de AT&T), en 2019 Netflix pasó de pagar 30 millones de dólares a 100 millones de dólares anuales para conservar la serie en su catálogo. El principal factor que llevó a la empresa a pagar este monto fue el deseo de la WarnerMedia por crear su propia plataforma de contenido audiovisual. Netflix contempló esta situación desde 2013, cuando tomó la decisión de crear series y películas originales exclusivas para su plataforma. La primera serie original fue “House of Cards”, serie que llegó a costar más de 4.5 millones de dólares por episodio. La producción más costosa ha sido “The Crown”, por la cual invirtieron más de 140 millones de dólares por temporada. Netflix hasta 2018, ha invertido más de 12 mil millones de dólares para la creación de contenido exclusivo.
Netflix para poder financiar esta estrategia de expansión agresiva, ha recurrido a la emisión de bonos en el mercado de deuda. Actualmente cuenta con una deuda a largo plazo por más de 12.4 mil millones de dólares. Esto puede ocasionar presión en el futuro, ya que la empresa ha tenido utilidad neta promedio por 519 millones de dólares de 2015 a 2018. Los intereses de la empresa han incrementado de 163 millones de dólares en 2015 a 378 millones en 2018. Por lo tanto, en el futuro el margen neto de la empresa podría verse afectado por el incremento de gastos financieros. A pesar de que la entidad parece tener mejores resultados basado en su margen neto (ha incrementado del 2% al 8% entre 2015 y 2018), si se analiza el flujo de efectivo, se obtienen resultados preocupantes:
Como se puede observar en la tabla anterior, el flujo de caja generado por el negocio principal de la empresa (CF de operaciones) ha sido negativo desde 2015. Esto indica que la organización pierde dinero después de descontar todas las entradas y salidas de efectivo de la operación. Por lo tanto, la empresa ha tenido que buscar recursos externos para solventar la operación de la empresa (CF de Financiamiento). Netflix ha incrementado sus necesidades por financiamiento desde 2015 un 147%. Esto es preocupante, ya que la empresa debe subsistir gracias a sus operaciones; sin embargo, Netflix no ha logrado generar valor gracias al núcleo de su negocio. Este problema incrementará cuando la empresa tenga que amortizar el capital de su deuda financiera. Por lo tanto, debe pensar en la mejor manera de estructurar su calendario de pagos. Además, debe buscar optimizar procesos para conseguir que el flujo de operaciones de la empresa sea positivo.
El inconveniente para Netflix es la nueva competencia que busca robarle participación de mercado: Apple y Disney. Estas dos empresas buscan arrebatarle mercado a la empresa pionera; sin embargo, ellos cuentas con recursos prácticamente ilimitados para financiar la creación de contenido a largo plazo, algo que Netflix no podrá lograr. Como se comentó en secciones anteriores, Netflix ha financiado mega producciones, pero no todas han generado interés a gran escala. Por ejemplo, la segunda serie más cara de su catálogo fue “The Get Down”, contenido que no fue renovado para una segunda temporada debido a los malos resultados obtenidos. Finalmente, la única manera en que Netflix, con su modelo de negocio actual, aumente los ingresos es a través de nuevos suscriptores; el problema es que en los últimos años ha disminuido su tasa de crecimiento en este concepto. Si la empresa no logra incrementar sus ingresos y optimizar sus costos en el corto plazo, no logrará solventar sus amortizaciones de capital de la deuda y será más complicado (e inclusive, más costoso) reestructurar estos vencimientos. Netflix ya logró revolucionar la industria del entretenimiento y necesita volverlo a intentar para sobrevivir a largo plazo.
Elaborado por Javier Gómez
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